Llegado el momento de dar el paso y comprar una impresora 3D nos enfrentamos a multitud de información sobre la que elegir. Lo primero el precio: una impresora 3d doméstica ronda los 200 euros y los 10.000 euros de una impresora 3d profesional cuyo precio hace que se comercialicen solo en cierta cantidad. Es un rango excesivamente amplio. Es obvio que la elección no será fácil y debemos ir filtrando la numerosa oferta en función de lo que queremos.
Aunque ver una impresora 3D en funcionamiento tiene un componente mágico, no es un juguete. Tampoco es una lavadora o un martillo. Digamos que con la compra de una impresora 3D vamos a disponer de una pequeña fábrica en casa; realmente más que una fábrica, ya que las impresoras 3D son capaces de elaborar objetos muy diferentes entre si.
Esta es una guía donde analizaremos todas las características y funcionalidades que una Impresoras 3D puede proporcionarte para que de esta forma, puedas escoger el modelo que mejor se adapte a tus necesidades.
Comparativa de las mejores Impresoras 3D
Para poder elegir con propiedad es conveniente fijarnos en unos aspecto clave, que detallaremos a continuación.
Impresora 3D completa o DIY Kit.
El 99,99% de las impresoras menores de 500 euros en realidad no son tales. Es complicado encontrar una legítima impresora 3D por menos de 1.000 euros. Lo que nos ofrecen son kits de “do it yourself!” (hágalo usted mismo). A pesar de que en teoría viene todo muy bien explicado y hay videos en internet fácilmente asequibles, en la práctica siempre surgen problemas o nuestros conocimientos no parecen ser tan profundos como suponíamos. Además, son necesarias algunas herramientas que no suelen formar parte de las que normalmente tenemos a mano: estañador, crímpadora de cables, téster…
Otro punto en contra de los kits DIY es que la calidad nunca va a ser la misma que la de una impresora 3D ensamblada en fábrica, que ya viene probada y con su garantía.
Si no queremos arriesgarnos en una primera compra, sin conocer a fondo los proveedores lo más prudente es adquirir una impresora 3D que venga con la garantía de la CE. Hay que tener en cuenta que una impresora certificada por la Unión Europea y de una marca consolidada rara vez baja de 1.500 euros.
PIEZAS Y COMPONENTES IMPRESORAS 3D
1) Material impresora 3d
La cantidad, calidad, precio y disposición de los materiales es un punto a tener muy en cuenta. La mayor parte de las impresoras 3D funcionan con plástico PLA. Esta clase de plástico es idóneo para confeccionar piezas con paredes finas, es fácil de usar, es biodegradable y es muy estable. Sin embargo es poco resistente y no se puede agujerear. Muchas impresoras 3D son capaces de utilizar plásticos ABS, mucho más resistentes, nylon, polímeros, ceras, resinas…
Hay que estar muy atentos a los materiales que puede utilizar cada impresora 3D, porque es fácil encontrar dos en un rango de precios similar, pero con diferencias en los materiales servibles. También podemos encontrar dos impresoras 3D que utilicen los mismos materiales, pero una mucho más cara que la otra: esto puede ser debido a que en la barata solo pueda usarse una determinada marca de materiales, mientras que la cara admita marcas blancas más económicas.
2) Plástico impresora 3d
Los plásticos ABS y la mayor parte de los materiales de mejor calidad necesitan temperaturas relativamente elevadas para su correcta consolidación o esterificación. Que la plataforma de impresión disponga de un mecanismo para calentarse, con sus correspondientes sensores, reguladores y fuente de energía. Cuanto mayor temperatura alcance y más eficiente sea su control mejores serán las prestaciones de la impresora 3D y más cantidad de materiales podrá usar.
Las impresoras sin plataforma térmica apenas puede utilizar otros materiales a parte de los plásticos PLA.
3) Cabezal de extrusión
Al ritmo que avanza esta tecnología el cabezal cuanto más moderno mejor. Cada día aparecen nuevos materiales y algunas piezas sensibles se ven limitadas rápidamente. El cabezal de extrusión tiene que soportar temperaturas mucho más elevadas que la plataforma, así que es otro cuello de botella en los materiales a utilizar: cuanto mejor sea la calidad del extrusor, más temperatura resistirá y, por tanto, podrá utilizar un mayor abanico de materiales.
4) Precisión
Es muy complicado testar la precisión por uno mismo: se requiere instrumentación especializada. Lo mejor es confiar en marcas reconocidas. También tenemos la opción de buscar opiniones por internet: al ser una tecnología de moda y con multitud de usuarios resulta muy sencillo encontrar opiniones válidas de cualquier impresora, incluidas las chinas de bajo coste.
La precisión depende de la calidad de casi cada pieza de la impresora 3D. Cualquier rodamiento, husillo o simple refuerzo que evite ligeras vibraciones influye en mayor o menor medida en la precisión final de la impresora 3D.
Evidentemente a mayor calidad de los elementos mayor coste de ellos, pero generalmente su mayor resistencia les dota de un mayor tiempo de uso sin que baje la precisión final. También el mantenimiento de una máquina más precisa es mayor: necesita el correcto funcionamiento y limpieza de cada pieza o sus capacidades se igualarán a una impresora de menor calidad.
Para un uso particular se aconsejan tolerancias máximas de 10-20 µm en los ejes X e Y. El eje Z o altura la tolerancia asciende hasta las 50-100 µm. La precisión en el eje Z está condicionada por el correcto equilibrado de la plataforma. La mejora de precisión en el eje Z aumenta exponencialmente el precio debido a que las soluciones para mejorarla a partir de un punto resultan muy caras.
5) Electrónica
La parte mecánica de la impresora es muy importante, pero no lo es menos la parte electrónica. El elemento clave es la placa base. Debe ser de la mejor calidad posible, que no se sobrecaliente y tenga capacidad de ir ampliando sus recursos.
Igual que en el caso de la precisión, podemos informarnos en foros especializados en internet sobre las placas más fiables.
Estructura y tamaño
La estructura debe ser apropiada para el lugar destinado a su colocación. Deben tenerse en cuenta posibles accidentes, vibraciones, ruidos, posición de los enchufes… que interfieran en el correcto uso de la impresora 3D.
El tamaño es importante porque limita las dimensiones de las piezas. Normalmente, a mayor tamaño mayor precio, ya que la precisión se ve disminuida con el tamaño de las piezas. En el caso de impresoras minúsculas los precios también se encarecen en gran medida.
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